El hacer y el ser

Es de suma importancia conocer la relación entre el hacer y el ser, al igual que el orden en el cual debe priorizarse este; debido a que en ocasiones hay más preocupación por hacer que por ser, olvidando que primero es necesario ser para poder hacer y aunque en ocasiones se da la oportunidad de que Dios en su misericordia da el hacer para moldear el ser, no debemos dejar de lado que cada día es una oportunidad para hacer morir lo terrenal en nosotros, aprovechar bien el tiempo, ser sobrios, velar, orar, ayunar, clamar a Dios y diversas cosas más que ayudarán a moldear el ser para que el hacer sea efectivo.

Dios da dones y ministerios, pero es nuestra responsabilidad poner todo lo necesario de nuestra parte para ser capacitados y ser productivos con lo que Dios nos ha entregado como el buen siervo, de lo contrario seriamos siervos inútiles y no entraríamos en el gozo de nuestro Señor. Por ello, necesitamos moldear en la presencia de Dios nuestro ser, de tal manera que se parezca a Dios para que las mismas obras que Él hizo y aún mayores, se evidencien nosotros; teniendo como base las siguientes palabras: “presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.” Tito 2:7-8

Y nunca olvides que no puedes dar lo que no tienes, entonces llena tu ser del Espíritu Santo para que tu hacer esté invadido de la Unción divina.

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