El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Mateo 10: 37-39
Renunciar significa apartarse voluntariamente de algo a lo que se tenía derecho o se poseía, la renuncia siempre tiene un motivo que la ocasiona, es decir, siempre hay algo que mueve a las personas a tomar la decisión de renunciar.
Dios dijo que no debemos amar a padre, madre, hijo, hija, etc. más que a Él; esto significa a estar dispuestos a renunciar en cualquier momento a sus ideas, opiniones y leyes, si estás no van de acuerdo al propósito de Dios. (Mateo 10:37) y es donde se hace necesario cagar la cruz, sometiéndonos a Dios y haciéndonos obedientes aún en eso que no queremos dejar, aún en eso que nos gusta hacer y no debemos porque nos desvía del plan de Dios, pues nuestro principal objetivo es seguirle y no desviarnos ni a derecha ni a izquierda. (Mateo 10:38) pues cuando seguimos las cosas que nos gustan y no las que Dios nos ha dejado entonces caemos en el juego de hallar nuestra vida, de vivir conforme queremos, pero ser desaprobados por Dios lo cual nos lleva a perder la verdadera vida que es la que Dios nos ofrece; mientras que si perdemos nuestros sueños, metas, propósitos, trabajo y demás cosas por vivir la vida que Dios quiere que vivamos, entonces vamos a hallar esa vida que vale la pena tener porque es para siempre. (Mateo 10:39)
Renunciar a las cosas que nos impiden agradar a Dios es difícil; por lo tanto, para llegar a ese estado debemos negarnos a nosotros mismos, estar en la capacidad de decirnos “NO” porque quiero agradar a Dios, debemos pelear con nosotros mismos, con nuestros deseos y anhelos y vencerlos para poder que los de Dios se cumplan, y esto no es tarea fácil, pero que Dios la recompensa. Porque por más que trabajemos toda la vida para tener lo que queremos y vivir a nuestra manera y al final pasemos una eternidad atormentados, es mejor sufrir, padecer y llorar pasajeramente, para obtener la salvación.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Mateo 16:24-26
Dios les decía a sus discípulos que debían renunciar a todo para poder ser sus discípulos, pues todo lo que nosotros queremos de si mismo es agradar a la carne y proveer para ella, y si en ese sentido seguimos no lograremos cumplir el propósito de Dios. Pues ese fue el ejemplo que Jesús nos dió y así nos manda a comportarnos. (Filipenses 2:5-8)
Es muy fácil enredarse en los afanes de esta vida, y eso nos lleva a no agradar a quien nos ha comprado para su servicio, honra y gloria, pues el mundo es muy atractivo a la carne, pero no le hace bien al espíritu, pue no pertenecemos al reino carnal sino al espiritual. (2 Timoteo 2:4) por eso el apóstol Pablo decía que ninguna cosa creada lo podía separar del amor de Cristo, pues él estaba tan enamorado de Dios que lo dejaba todo y se enfrentaba a todo por Dios, padeciendo y sufriendo para agradar a Dios. (Romanos 8:38-39)
En conclusión debemos ser como Mateo que dejó todo para seguir a Jesús. (Mateo 5: 27-28)
Amen amen, es de esfuerzo pero es de bendición para nuestras vidas eternas. Y aqui en la tierra dependemos de Jesucristo 💯 % A donde iremos? Si solo él tiene palabras de vida eterna.
Amén, vale la pena vivir para agradar al Señor, aunque tengamos que renunciar a nuestros planes terrenales, para que sea Él estableciendo en nosotros su plan celestial.