CONSECUENCIAS DE ANDAR DESORDENADAMENTE

Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.

2 Tesalonicenses 3: 11

El desorden es una actitud alborotada y vaga, que se apodera poco a poco del ser humano y lo empieza a desenfocar de las cosas que verdaderamente importan que son las cosas del reino celestial, por esto es necesario que nos mantengamos ocupado en las cosas de nuestro Padre, haciendo tesoros en el cielo, porque la falta de ocupación nos lleva a adquirir hábitos nocivos para nuestra salud espiritual, al punto en que ya nos mantenemos metidos en asuntos que no nos competen, siendo tropiezo para otros y estancando a nuestros hermanos.

Ahí es donde se refleja la importancia de la diligencia, la disciplina, la responsabilidad y el compromiso con nuestra salvación. Pues la salvación debe ser el fin pero el verdadero reto en agradar a Dios, lograr que el nos mire con complacencia y amor

Hoy te invito a ocuparte de Dios y sus cosas, porque allí está la verdadera escancia de la vida, ahí está el deleite y el gozo de la vida.

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